Crecí en los años 70s donde tener IE no era importante. Nos enseñaron a que a las personas las debíamos respetar y si eran mayores - mucho más - independientemente de su temperamento o forma de ser. Sin entrar en el debate de los pros y contras de esta forma de educación, traigo este hecho como punto de referencia sobre cuan importante se ha tornado desde entonces, desarrollar y lograr buenos niveles de Inteligencia Emocional. Es con este mensaje con el cual quiero que comencemos.
El porqué de esta situación, tampoco es el foco de lo que he querido escribir hoy. Seguro, cada uno de ustedes tiene una razón que en su conjunto tiene un mismo hilo conductor: el mundo evoluciona y lo que antes yo valoraba, no es lo que valoro hoy y lo que antes se necesita ya no se necesita hoy. Los talentos se transforman y cobran mas o menos vigencia con las necesidades del mercado.
Pues la Inteligencia Emocional es una de esas competencias que ha venido creciendo en importancia y que seguramente ha llegado para quedarse como un diferencial entre quienes son efectivos en su trabajo. Hacerse cargo de desarrollarla es una prioridad que todas aquellas personas que quieren crecer en el mundo de los negocios, necesitan trabajar.
¿Por qué hablo de dos caras de una misma moneda? HOGAN, una de las compañías de consultoría más grande del mundo, me ayudó a entender como se ve esta competencia “desde dos orillas”: a un lado la habilidad para manejar tus emociones y al otro, la habilidad para manejar las de los demás, pero conectadas ambos con redes o puentes de interconexión que hacen que lo que envió de un lado a otro, se me devuelve.
Este concepto que aquí llamo las dos caras de una misma moneda me sirvió para entender que con sólo el Auto Control y la Comunicación Asertiva no es suficiente para elevar el nivel de IE. Necesitamos evolucionar en la manera como la identificamos y desarrollamos, para que no construyamos líderes efectivos que saben sostener la emocionalidad de su equipo a costa de su propia salud mental, desarrollando estados de ansiedad y de estrés porque lo que uno ve que están haciendo con los otros, no es evidente que lo hagan con ellos mismos.
Entonces, ¿Cuál es el camino? Abordar la Dimensión Emocional desde ambos lados, lo que quiere decir, trabajar en un lado, aprendiendo a ser capaz de verse hacia adentro, encontrar en el interior de uno los miedos, los mandatos familiares, las creencias sociales, los paradigmas mentales, los malos hábitos que llevan a vivir en “modo de contención” o “modo de ignorar” sus emociones; y a la vez trabajar en el otro lado mediante la adquisición de herramientas de comunicación asertiva, buenas prácticas de feedback y de estilos de dirección, entre otros.
¿Cómo saber de qué manera comenzar? Cómo decimos en PsicoGenealogía ¡ante la sospecha actúa! eso quiere decir que comienza por donde te haya surgido la duda, pero hazlo porque como dice la canción … vale más poder brillar que solo buscar ver el sol.
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