Puede que estés en un proceso de cambio o que sientas que te encuentras estable en lo que haces o en como te sientes. No obstante, no olvides que el cambio ya vive al lado tuyo, que camina a una alta velocidad y que en cualquier momento te invita a que no lo ignores.
Ser indiferente al cambio es equivalente a como si hoy trabajaras con una máquina de escribir. Es quedarte atrás, es no empoderarte como lo hacen quienes generan cambios, es adoptar una posición pasiva y como el avestruz, esconder la cabeza en el suelo.
No seas avestruz. Mas bien conviértete en el "tiburón de la piscina", es decir en aquella persona que moviliza, que invita hacer las cosas mejor, más rápidas,más efectivas y especialmente diferenciadoras para afrontar los cambios que son inminentes.
Avestruz o Tiburón, tu escoges.
